LA EXCLUSIÓN O DISCRIMINACIÓN
EXCUSAS DE QUIENES DISCRIMINAN
ACTIVIDAD 1: Lee y responde
Esta lectura es parte de un libro que se llama “La isla bajo el mar", de la escritora latinoamericana Isabel Allende. Puede contarles a los estudiantes el contexto dentro del cual se enmarca la lectura para que comprendan mejor el diálogo de los personajes: esta historia sucede en el siglo XVIII, en la isla de Saint Domingue, donde actualmente se encuentran Haití y República Dominicana. En esa época la isla era una colonia de Francia, país que se apoderó de las tierras para establecer plantaciones de productos de exportación como el azúcar, el tabaco, el algodón y el cacao. Para realizar el trabajo difícil en las plantaciones, los europeos llevaban personas del África a la isla, a quienes maltrataban, compraban y vendían como esclavos. Este texto hace parte de una conversación entre dos europeos: Valmorain, europeo propietario de una de las plantaciones de la isla, y Parmentier, también europeo y médico de profesión. El texto se presenta a continuación y también lo puede encontrar en una versión lista para imprimir en el archivo "La Isla Bajo el Mar”.
Esa mañana Valmorain paseaba con el doctor Parmentier por el estrecho sendero del jardín, que dividía los parches geométricos de arbustos y flores, explicándole que después del huracán del año anterior debió plantar todo de nuevo, pero la mente del médico estaba en otra parte. Parmentier carecía de ojo artístico para apreciar las plantas decorativas, las consideraba un despilfarro de la naturaleza; le interesaban mucho más las feas matas del huerto de Tante Rose, que tenían el poder de sanar o matar. También le intrigaban los encantamientos de la curandera, porque había comprobado sus beneficios en los esclavos. Le confesó a Valmorain que más de una vez había sentido la tentación de tratar a un enfermo con los métodos de los brujos negros, pero se lo impedía su pragmatismo francés y el miedo al ridículo.
- Esas supersticiones no merecen la atención de un científico como usted, doctor -se burló Valmorain.
- He visto prodigiosas curaciones, mon ami, tal como he visto a gente morirse sin causa alguna, sólo porque se creen víctimas de magia negra.
- Los africanos son muy sugestionables.
- Y también los blancos. Su esposa, sin ir más lejos...
- ¡Hay una diferencia fundamental entre un africano y mi esposa, por mucho que esté desquiciada, doctor! No creerá que los negros son como nosotros, ¿verdad? -lo interrumpió Valmorain.
- Desde el punto de vista biológico, hay evidencia de que lo son.
- Se ve que usted trata muy poco con ellos. Los negros tienen constitución para trabajos pesados, sienten menos dolor y fatiga, su cerebro es limitado, no saben discernir, son violentos, desordenados, perezosos, carecen de ambición y sentimientos nobles.
- Se podría decir lo mismo de un blanco embrutecido por la esclavitud, Monsieur.
- ¡Qué argumento tan absurdo! -sonrió el otro, desdeñoso-. Los negros necesitan mano firme. Y conste que me refiero a firmeza, no a brutalidad.
- En esto no hay términos medios. Una vez que se acepta la noción de la esclavitud, el trato viene a dar lo mismo -lo rebatió el médico.
- No estoy de acuerdo. La esclavitud es un mal necesario, la única forma de manejar una plantación, pero se puede hacer de forma humanitaria.
- No puede ser humanitario poseer y explotar a otra persona -replicó Parmentier.
- ¿Nunca ha tenido un esclavo, doctor?
- No. Y tampoco lo tendré en el futuro.
- Lo felicito. Tiene usted la fortuna de no ser un plantador -dijo Valmorain-. No me gusta la esclavitud, se lo aseguro, y menos me gusta vivir aquí, pero alguien tiene que manejar las colonias para que usted pueda endulzar su café y fumar un cigarro. En Francia aprovechan nuestros productos, pero nadie quiere saber cómo se obtienen. Prefiero la honestidad de los ingleses y americanos, que aceptan la esclavitud con sentido práctico -concluyó Valmorain.
- En Inglaterra y Estados Unidos también hay quienes cuestionan seriamente la esclavitud y rehúsan consumir los productos de las islas, en especial azúcar -le recordó Parmentier.
- Son un número insignificante, doctor. Acabo de leer en una revista científica que los negros pertenecen a otra especie que la nuestra.
- ¿Cómo explica el autor que dos especies diferentes tengan crías? -le preguntó el médico.
- Al cruzarse un potro con una burra se obtiene una mula, que no es lo uno ni lo otro. De la mezcla de blancos y negros nacen mulatos -dijo Valmorain.
- Las mulas no pueden reproducirse, monsieur, los mulatos sí. Dígame, un hijo suyo con una esclava ¿sería humano? ¿Tendría un alma inmortal? Irritado, Toulouse Valmorain le dio la espalda y se dirigió a la casa. No volvieron a verse hasta la noche.
Responde
- ¿Estaban de acuerdo el doctor Parmentier y Valmorain?
- ¿Cuáles eran los argumentos de uno y cuáles eran los argumentos del otro?
- ¿Qué emociones podría estar sintiendo el doctor Parmentier al escuchar los argumentos de Valmorain a favor de la esclavitud?
- ¿Qué emociones podría estar sintiendo Valmorain cuando el doctor Parmentier cuestionaba sus argumentos a favor de la esclavitud?
- De acuerdo a lo que Valmorain dice en la conversación, ¿qué emociones podríamos deducir que siente él hacia las personas africanas de raza negra?
ACTIVIDAD 2: Escribe en tu cuaderno
Muchas veces sentimos emociones « desagradables o incómodas por algo que hicimos o por alguna
actitud que tuvimos, y para sentirnos mejor algunas veces nos inventamos excusas para justificar esa acción o actitud.
actitud que tuvimos, y para sentirnos mejor algunas veces nos inventamos excusas para justificar esa acción o actitud.
Como estas excusas las inventamos pero en realidad no son válidas, algunos estudiantes las han llamado “excusas piratas" Puede preguntarles para qué utilizamos usualmente el término “pirata" (para describir algo que no es original, legal o legítimo, como las películas piratas).
El proceso de justificación aplicada a un ejemplo de discriminación como el que se presenta en la gráfica a continuación
1) Tengo comportamientos o actitudes discriminatorias;
2) En el fondo sé que mis actitudes o comportamientos le hacen daño a otros, entonces siento emociones como la culpa o la vergüenza;
3) me invento excusas piratas para dejar de sentir emociones que me parecen incómodas;
4) Como justifiqué mis actitudes o comportamientos con excusas piratas, me siento mucho mejor y hasta termino creyendo que las excusas piratas que me inventé son válidas. Por eso en el futuro, es probable que vuelva a tener las mismas actitudes y comportamientos.
ACTIVIDAD 4: Aplica lo aprendido
Da ejemplos de excusas piratas que pueden estar asociadas a la discriminación de acuerdo a las siguientes categorías (Dos para cada una).
- Excusas piratas que buscan deshacerse de la responsabilidad o echarle la culpa a alguien más o a la situación.
- Excusas piratas que buscan hacer ver a la otra persona como si fuera menos humano que nosotros.
- Excusas piratas que buscan hacer ver que la situación no fue tan grave.
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