APRENDER A DESCANSAR: SE TRABAJA PARA VIVIR NO SE VIVE PARA TRABAJAR.
ACTIVIDAD 8. En grupo
1. ¿Cuál es el significado
de las siguientes frases?
- El trabajo debe ser alternado con el descanso.
- Así como trabajar es un deber, descansar es un derecho.
- Así como hay que aprender a trabajar, a estudiar, a amar, hay que saber ejercer el descanso, la contemplación, la ganancia, el sabroso hacer nada, tenemos que encontrar tiempo para nosotros mismos.
- La avidez por trabajar es a menudo avidez por tener demasiado dinero o por poseer cosas inútiles que son obstáculos para la tranquilidad y el buen vivir.
- Pero hay que saber emplear bien los períodos de descanso como por ejemplo: meditar; contemplar la naturaleza; escuchar o ejecutar música; practicar un deporte; dialogar en familia.
2. ¿Qué haces en tu tiempo
de descanso?
3. ¿Qué podrías hacer
durante tu tiempo de ocio?
ACTIVIDAD 9. Individual
- HAZ UNA LISTA de las actividades que realizaste durante la última semana.
- ¿Cuáles fueron las más valiosas?
- ¿Cuáles fueron nocivas?
- ¿Cuáles fueron insignificantes?
- ¿Hay equilibrio entre tu descanso y tu trabajo como estudiante? ¿En qué debes mejorar?
ACTIVIDAD 10. Escribe en el cuaderno
En la próxima semana
pienso dedicar más tiempo a:
ACTIVIDAD 11. Individual
Elabora un dibujo en
una página sobre el tema. “Diversos trabajos y los servicios que se prestan
en la sociedad.”
TRABAJO Y DIGNIDAD HUMANA
ACTIVIDAD 12. Lee y escribe un comentario crítico frente a la situación de injusticia que se refleja en el texto para compartir a todo el grupo
El
aire era corrompido y denso, y las paredes
goteaban,
chorreantes de humedad.
El
joven rey se adelantó hacia uno de los
tejedores
y se detuvo ante él y le miró.
Y
el tejedor le miró iracundo y dijo:
¿Por qué me
vigilas? ¿Eres acaso un
espía
colocado aquí por nuestro amo?
-¿Quién
es tu amo? -preguntó el joven rey.
-¡Nuestro
amo! -exclamó el tejedor con
amargura.
Es un hombre como yo. Realmente
no
hay más diferencia entre nosotros: que él
lleva
ricos vestidos y yo llevo andrajos, y que
mientras
yo padezco de hambre, él sufre, y no
poco,
de hartura.
-El
país es libre -dijo el joven rey-, y
tú
no eres esclavo de nadie.
-En
la guerra -contestó el tejedor-, el
fuerte
esclaviza al pobre. Nosotros tenemos que trabajar
para
vivir, y nos dan salarios tan reducidos que
nos
morimos. Trabajamos durante todo el día
para
ellos, y ellos amontonan oro en sus cofres,
y
nuestros hijos desaparecen prematuramente, y
las
caras de los que amamos se vuelven duras y
perversas.
Pisamos la uva y otros beben el vino.
Sembramos
el trigo y carecemos de pan en nuestra
propia
mesa. Llevamos cadenas, aunque los
hombres
nos llamen libres.
¿Y sucede así
con todos? -preguntó el rey-.
-Sucede
así con todos -respondió el
tejedor-:
con el joven y con el viejo, con la
mujer
y con el hombre, con el niñito y con los
que
están cargados de años. Los comerciantes
nos
oprimen y tenemos que acatar sus órdenes.
El
sacerdote va montado a caballo rezando su
rosario,
y nadie se ocupa de nosotros. Por nuestras
callejuelas
sin sol se arrastra la Pobreza y con
sus
ojos famélicos y el Pecado con su rostro
corrompido
marcha tras ella. La Miseria nos
despierta
en la mañana, y la vergüenza se sienta
con
nosotros por la noche. Pero, ¿Qué te importa
a
ti eso? Tú no eres de los nuestros, tu cara es demasiado feliz.
ÓSCAR
WILDE